El paseo empieza en la playa de Deba donde conoceremos el Flysch negro. De allí subiremos para seguir el trayecto del Talaia Ibilbidea. El nombre 'talaia' se refiere a los puntos históricos para avistar ballenas. Seguimos en gran medida la costa por encima de los acantilados y conoceremos todos los elementos geológicos relevantes, como fallas, pliegues, huellas de animales, turbiditas... También el paisaje es fascinante con calas y cabos, cascadas, deslizamientos, fenómenos de erosión, riachuelos, etc. y diversos bosques y plantas interesantes por los acantilados, entre ellos halófilos que toleran la sal.

Pero su verdadero interés es su relato de la geohistoria, como la evolución del paisaje submarino y sus condiciones ecológicos, controlada por las condiciones tectónicas. Estas van evolucionando desde una fase de apertura de océano hacia una fase de compresión y de choque entre continentes, lo que quede muy bien registrado en las capas sobre las que paseamos. Aparte de esa evolución de 'larga duración', nos encontraremos también con acontecimientos globales que perturban la vida en toda la tierra.

Después de este paseo tendrás un buen conocimiento de lo que pasó en el océano durante estos más 50 millones de años.

El recorrido tiene un desnivel de unos 200 metros. Es un paseo variado por terrenos desiguales.

Recomendado para niños con interés en la historia natural a partir de 12 años.